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Aprende a vivir el presente

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Vivir en el presente:  la mejor decisión si tienes grandes metas para el futuro. No poco hemos escuchado y leído sobre la importancia de vivir en el presente, pero desgraciadamente la mayoría no incorporamos como filosofía de vida y por supuesto, tampoco la llevamos a la práctica.  Cuando eliges vivir en el presente, automáticamente renuncias a dejar brechas en las que pueda volver a instalarse el dolor del pasado. Sueltas lo que ya fue y te liberas de aquello que no tiene solución. Si consigues mantener tu atención en el momento presente no solo disfrutarás más de las sensaciones que el ahora te ofrece, sino que al final de la jornada, notarás que has sido más productiva y eficiente. Asumir el momento en que vives como la única verdad incuestionable terminará por llenarte de satisfacción, porque en el momento en que alcanzas conciencia de quién eres y donde estás te das cuenta de que no tienes problemas. Si aún no me crees, es simple, hagamos un pequeño ejercicio, piens...

Lo estás haciendo bien

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Nos movemos en círculos, esperando el reconocimiento colectivo. Despertamos esperanzados con lo divino. Ansiamos contemplación mágica como fin oculto a nuestros más oscuros deseos.  ¿Te parece arriesgado experimentar con tu propia alma? Cuesta creer que lo estamos haciendo bien Puede que sea suficiente poner una vez más los pies sobre la tierra y buscar solución coherente a nuestros problemas sin aparentes soluciones. Ya sé, no te estoy contando nada nuevo, pero aprovecha estos momentos para reconocer que tu mal si tiene cura. Sí, esa es, la más arriesgada, la ruta menos transitada, esa que nos conduce a nosotros mismos.  Entendemos que la felicidad no nos pertenece, es libre y por eso sabrá acompañarnos cuando aceptemos que los demás no son responsables de lo que nos sucede. - ¡Ámate! -    repiten todos, yo solo quiero invitarte a que te juzgues e intentes entenderte. No es necesario que  justifiques  nada. Asúmelo y permítete corregir desde el dolor o la ...

Verde

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Algunas veces soy verde y otras muchas gris. A menudo encuentro soluciones porque  siempre estoy pendiente de los problemas. Tengo un par de sueños que contarte, pero me gustaría mostrarte mis rabias. De esas tantas veces que me vuelvo cenizas, quiero dejarte mi cajita de ilusiones y la pasión de mis desenfrenos.   Mis miedos no son para nada especiales y mis victorias tampoco, pero me gustaría leerte y acompañarte en cada desventura. Soy tan humana como tú y a veces sueño que me ahogo, tal vez por andar de prisa o por esa maña incómoda de fundirme en los demás.   No tengo intención de que me conozcas, ni siquiera de plasmar mi realidad en estas líneas, pero puede suceder que te encuentres en mis lagunas mentales. Si has llegado hasta aquí tienes un lugar asegurado en cada desvarío de mi existencia y adoro saber que un pedazo de tu alma se sumerge en caracteres de lo digo porque sí.